REVELAR AL PADRE
¿Cuáles son las cuestiones más importantes que el apóstol plantea acerca de Jesús al comienzo de la Epístola a los Hebreos? (Heb. 1:1–4 ( CB ) ).
Los autores del Nuevo Testamento acentúan en repetidas ocasiones una idea importante: Jesús vino a la Tierra para mostrar a los seres humanos quién es el Padre. En épocas pasadas, la revelación de Dios llegó de manera parcial a través de los profetas. Sin embargo, en Jesús ha llegado la revelación definitiva y total de Dios.
Además, en su persona, Jesús es “el resplandor de la gloria de Dios” (Heb. 1:3, NVI). Como seres humanos pecaminosos, no podemos soportar tener pleno acceso a la gloria de Dios; como el Hijo encarnado, Jesús refleja esa gloria. Esta está atenuada en la humanidad de Cristo para que podamos
verlo y comprender claramente el carácter de Dios. Jesús también es “la imagen misma de su sustancia” (Heb. 1:3). El término que aquí se utiliza, la palabra griega character, a veces se usa para la impresión que hace un sello en cera o la representación estampada en una moneda. Por lo tanto, Jesús “irradia la gloria de Dios y expresa el carácter mismo de Dios” (Heb. 1:3, NTV). Si deseamos conocer al Padre, debemos escuchar con atención lo que el gran Maestro dice acerca de él. Y también debemos observar al gran Maestro.
Compara Hebreos 1:1 al 4 ( CB ) con 2 Corintios 4:1 al 6 ( CB ) . En 2 Corintios 4:1 al 6, ¿quién es Jesús y qué aprendemos de él?
Pablo y sus colegas, al enseñar a otros acerca de Dios, buscan reflejar el ministerio de enseñanza de Jesús acerca del Padre. Al ser “la imagen de Dios” (2 Cor. 4:4), Jesús nos dio a conocer a Dios el Padre. Asimismo, Pablo evita el engaño y la distorsión de la Palabra de Dios y, en cambio, expone la verdad claramente (4:2).
Así como Dios, en la Creación, usó la luz para disipar la oscuridad, nos ha dado a su Hijo, Jesús, para disipar los conceptos falsos sobre él y para mostrarnos la verdad acerca de Dios. Es en “la faz de Jesucristo” donde obtenemos el conocimiento más claro de Dios (4:6).
Jesús reflejó con precisión al Padre; algo que nosotros también somos llamados a hacer, ya que estamos invitados a ser “imitadores de Dios como hijos amados” (Efe. 5:1 ( CB ) ). ¿Qué significa eso y qué podemos aprender de Jesús acerca de cómo ser “imitadores” de Dios?